Ecos de Kathmandú

Esto es un diario en retrospectiva, la historia de un mes de voluntariado en Nepal, una guía de pensamientos y vivencias que necesitan espacio para respirar agusto, demasiado pequeñas para una sola mente...

miércoles, 12 de septiembre de 2007

10/07/07



Kathmandú y Patán

Hoy me siento frustrado por el ritmo al que se llevan aquí las cosas. Casi se me había olvidado. Ya me sentía bien, y con fuerzas y ganas de volver a empezar.
Sólo fui yo a la obra, ni Greg ni Daniel, pero daba igual. Venía conmigo el nepalí de siempre (nunca me acuerdo de su nombre) y cuando llegamos al sitio le pregunté qué íbamos a hacer hoy. Me mira riéndose y suelta: "Nada". ¿Nada? Y para qué subo yo entonces?? Surrealista. Mi cara debió ser muy cómica, de alucine, no sé. Me lo tomé a broma, pero no lo era...
El día anterior habían acabado el techo y no había más ladrillos, cemento o pintura para continuar, así que no había nada que hacer. Pero claro, esto me lo dijeron dos horas después. Dos horas sentado en las que pude ver una discusión entera en nepalí. Casi se pegan y no sé por qué. Discutían sobre algo en la obra, dónde poner algo o no sé qué, pero bastante acalorada. Tuvieron que separar a dos más de una vez porque se curraban. Yo intentaba seguir lo que pasaba, pero imposible. Así que me senté y me relajé. No tenía ni idea de qué hacer ni de qué pasaba. Frustración. Esto no es lo que te imaginas cuando piensas en voluntariado, pero no puedo hacer nada. Al menos desidealizo, que sirve de algo.
Dos horas después le dije que me iba y me contó por qué no hacíamos nada. Si me lo hubiera dicho desde un principio que no había nada que hacer me hubiera ahorrado tiempo y energía. "Relax", me suelta luego. Es el ritmo de aquí, no queda otra opción que adaptarse a ello.
Así pues me duché, me cambié y me fui a Baneshwor, donde estoy comiendo. Luego llamaré a España, mandaré postales y tal vez vaya a Patán.

Llamé a casa. 3 rp el minuto, baratísimo. Las postales se me olvidaron, tal vez mañana.
Y sí fui a Patán, andando desde Baneshwor no tardé más de 30 minutos. Esta vez paseé con más calma por Durbar Square, entré en edificios, y rodeé sitios por donde no había ido. Me tomé la calma que tengo cuando estoy solo. Fue agradable, e hice muchísimas fotos, esta vez sin cortarme. Me encanta esa ciudad, junto con Bhaktapurson las que mejor conservan el sabor del antiguo nepal. Templos en cada plaza, casas de ladrillo y sin cemento, ventanas profusamente decoradas y gente sencilla en las calles. Poco turista, temporada baja.
Luego anduve hasta la stupa bizca que a mi no me lo parece tanto y acabé en una calle conocida, que lleva al zoo. Fue una suerte, me subí a un tuk-tuk y me llevó a Koteshwor.
De ahí a Pepsicola. Había fiesta a las 6, cumpleaños de Liz, y llevó una tarta de chocolate (mmm) y refrigerios. Fue entretenido. Acabamos tomando birras en "The Hut" como de costumbre, pero pronto a casa. Y la cena fue extraña. Nos dieron una especie de budin de arroz caliente y dulce, y de acompañamiento patatas cocidas con coliflor y mogollón de especias (tarkari, que viene a significar verdura xD). No pegaban nada, pero estuvo bien variar algo, que siempre dhaal baat aburre.
Veamos si mañana hacemos algo en la obra. Si no me da que iré a visitar Thimi.

Fotos del día: Estado de la obra cuando llegué esa mañana. Fuente pública en la plaza Durbar de Patán. Mujeres tomando el té en un templo de Patán. Una anciana asomada a un balcón muy bien decorado. Patio interior de un palacio en Patán. Detalle de la decoración del techo del patio interior, cada columna es un dios diferente. Yo con todos los templos de Durbar square de fondo. Lizz partiendo la tarta de cumpleaños, que estaba muy rica!! Todo el grupo que celebró el cumpleaños, y aun así faltaba gente todavía.

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