Ecos de Kathmandú

Esto es un diario en retrospectiva, la historia de un mes de voluntariado en Nepal, una guía de pensamientos y vivencias que necesitan espacio para respirar agusto, demasiado pequeñas para una sola mente...

martes, 11 de septiembre de 2007

9/07/07



Kathmandú

Ha sido una mañana de poca actividad. Volví a la obra y vi lo mucho que habían avanzado. El techo estaba más alto y ya habían construido la pared del medio. Estuvimos mojando los ladrillos y el cemento nuevos par aque no se raje con el calor, pero me empecé a encontrar mal y me vine a casa. La cabeza me dolía y el estómago molestaba. No creo que fuera indigestión, era más malestar general. Ya se me ha pasado algo. Y como nohay mucho que contar por ahora contearé historias y anécdotas.

Ayer me enteré que si te atropeyan a continuación se bajan del coche y si te ve muy mal se aseguran de matarte del todo. Horrible, ¿verdad? ¿Por qué? Pues porque es más barato matar a una persona que dejarla lisiada. Si la matas tienes que pagar a la familia 7000 rps, o algo así, pero si la lisias tienes que pagarle 2000 rp al año, con lo que no compensa dejarlo vivo.
Así pues, a veces se bajan del coche y te rematan en la calle. País de locos. Claro, y luego te cargas una vaca y a la cárcel de por vida.

Los perros también son un problema. Hay muchos, sobre todo en Pepsicola. Se pelean, pasean y procrean por la calle. Es relativamente fácil librarse de ellos por el día. Haces como que coges una piedra y se van. Pero por la noche forman grupos y es mejor no pasear solo, pues te pueden atacar. Es peligroso. No sólo porque te muerdan y te puedan matar, que no es poco, sino porque aunque sólo te muerda uno ya la cagaste. Aquí, la rabia es una enfermedad endémica y prácticamente todos los perros la tienen, quitando quizás los domésticos. Por eso son más agresivos y peligrosos. Algún voluntario ya se ha visto en medio de un grupo, sin más que un palo para defenderse, y salió sin nada por los pelos, bueno, con un pequeño trauma.

Tayler es un voluntario americano. Un día iba por una zona donde hay encantadores de serpientes y uno se le acercó con una pitón. Está bien, no es peligrosa. Se la puso en el hombro y le dijoq ue la tocara y eso, como en broma. Tayler se sentó siguiéndole el juego al tío. De pronto éste le coloca una cesta en la cabeza y de ella sale reptando una cobra que se pone en frente de su cara silvando. Tayler aquí se acojona, claro, esto no es lo mismo que una pitón. Es entonces cuando se ve la trampa. El encantador le pide 2000 rupias a cambio de quitárselo de encima, si no, arréglatelas como puedas. Tayler acepta, y quién no en esa situación. Yo también lo haría aunque no tuviese el dinero, una vez sin serpiente ya correría. La cosa acabó con Tayler dandole 500 rupias, que no tenía más y tampoco había por qué darle nada. Aunque el acojono quedó.

Basta de historias. Por la tarde no mucho. Me dolía la cabeza todavía, pero tenía que ir a Baneshwor. Al final pude sacar dinero y fue un alivio. Luego aproveché y fui a meditación al monasterio. No disfruté tanto como la otra vez. Me dolía la cabeza y la espalda, y unos viejetes de al lado no paraban de hablar. Pero esta vez tenía la letra de los cánticos y moló seguirles el ritmo y cantar con ellos.
El momento surrealista. Todo estaba en silencio, paz y tranquilidad. Los monjes meditando muy orientales ellos, cuando de repente a una monja le empieza a sonar el movil!! El tipicazo soniquete oriental del Nokia. Yo me empecé a descojonar por lo absurdo del momento. No me lo esperaba para nada. Al final se salió a hablar fuera.
Luego nada, "The Hut", dhaal baat y a la cama, nada nuevo, pero era lo que necesitaba hoy, reposo. Además disfruto de esos pequeños momentos.

Foto del día: Hoy sólo hay una, que encontré en la página de Tayler en facebook, pero no tiene desperdicio XDD.

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