Ecos de Kathmandú

Esto es un diario en retrospectiva, la historia de un mes de voluntariado en Nepal, una guía de pensamientos y vivencias que necesitan espacio para respirar agusto, demasiado pequeñas para una sola mente...

domingo, 12 de agosto de 2007

27/06/07



Kathmandú (Pepsicola y Boudhanath)


Toda la noche lloviendo de forma bestial. Rayos y truenos. A mi se me olvidó meter lo que había lavado, así que me toca volver a lavarlo...
Pero ha sido un despertar agradable. A eso de las 7, al salir del servicio, Sanju vino corriendo, diciendo que subiera al techo y que llevase la cámara. Lo bueno de después de una noche de lluvia es que el cielo está muy claro. La vista fue impresionante. Ya no una pequeña parte, sino todas las montañas aparecieron frente a mi. Parecía que podías tocarlas, los detalles se veían genial. Por fin he visto el Himalaya todo lo bien que se puede hacer desde Kathmandú, y es mucho. Además, las pocas nubes que había creaban espectaculares efectos, mezclándose con el blanco de las nieves perpetuas. Precioso.

A la izquiera, al Noreste, el Annapurna, muy pequeño, pero majestuoso (uno de los 8000), casi no se veía. Yéndonos al Norte veía la cadena de Ganesha (o Ganesh Himal, que Himal significa montaña nevada en nepalí), el hogar de Ganesha, que según la mitología hindú vive en esas nieves perpetuas. Están a unos 200 km o menos, pero parecía que estaban al lado. Más al oeste ya no sé los nombres, pero eran muchas y muy bonitas, jeje.


Otro día de construcción. Hoy los voluntarios hemos currado mucho, el resto no tanto. Y así hemos acabado cansados (el resto no ayuda nada, parece que si estamos allí se sientan a mirar sólo...). Al acabar, tenía toda una tarde por delante. En la oficina no había red, así que nos fuimos a comer a "The Hut", luego me di una ducha y fui a Boudhanath otra vez. Esta vez con más calma, fijándome en los detalles, y haciendo mis primeras compras compulsivas.

En los países donde hay que regatear siempre me da la sensación de que me timan. Aunque me vaya con un buen precio para mí, me da la sensación de que se ríen de mi. Aun así, yo tan contento. Obtengo mucho y por un precio muy bajo. Además otras veces me siento ridículo, regateando por 50 rupias, hasta que me doy cuenta que no es más de 50 centimos, pero es una cuestión de principios, jeje. Así, volví con rosarios, banderas de oración y campanas budistas, además de postales. Y todavía me queda mucho por gastar, jeje. Un buen país para comprar...
Todavía no me aclaro con los buses, otros que me timan, pero menos ahora. Hoy no me perdí, y supe coger el bus adecuado, aunque acabara en una furgo con otras 20 personas metidas (los conté, ya que no podía respirar algo tenía que hacer...).
Fue una tarde agradable, de todas formas. Sentado bajo los ojos de Buda, que todo lo ve, cobijado en la sombra de la stupa, viendo a los transeuntes pasar y mover las ruedas de oración. A lo lejos el superéxito "Om mani padme hum" sonaba sin cesar, y alguna trompeta tibetana resonaba. Se me ha antojado una... pero siempre hay que volver a Pepsicola. Algún día me quedaré a ver cómo encienden la stupa, debe ser impresionante.

Cuando llegué a Pepsicola no había luz, se había ido en todo el barrio, y estuvo así hasta las 9 por lo menos. Así que nos sentamos en la terraza bajo la luz de la luna y hablamos. De vez en cuando me pegaba con Anish, pero nada grave, jeje.
Luego cena, y al final acabé yéndome con Christian a tomar algo por ahí, ya que se iba al día siguiente (su avión se retrasó un día). Compramos una minibotella de whisky por 30 rupias, baratísimo (casi alcohol de botiquín...). Y acabamos en la caseta del escultor bebiendo y hablando. Estuvo bien, me ha dado consejos buenos sobre Pokhara y Nagarkot que tal vez ponga en práctica... Nada más por hoy.
Fotos del día: Montañas del Annapurna, enanas. Montañas del Ganesh, más grandes y claras. Otras montañas más al norte, no sé cómo se llaman. Montañas del Noroeste, esta es la región del Everest, pero como para verlo, queda más lejos. Boudhanath y la pequeña capilla a la entrada. Vista de la cúpula de Boudhanath. Guerreros sobre elefantes que protegen el templo. Vista de la entrada a la stupa, donde se colocan mendigos y monjes pidiendo limosna, además podemos ver los bonitos murales tibetanos y ruedas de oración. Escultura de un boddisatva o "santo budista" (es difícil definirlo, buscadlo en wikipedia, porque no son exactamente eso), curioso que lleve algo parecido al tridente de shiva, aquí mezclan budismo e hinduismo.

No hay comentarios: